Los que llevamos algún tiempo disfrutando de la pasión de salir a correr coincidimos, después de padecer molestias y/o lesiones, que el asfalto no es el lugar adecuado para desarrollar dicha pasión.
Por un lado, la montaña nos brinda muchas ventajas, como por ejemplo:
- Aire limpio.
- Corremos sobre tierra que absorbe casi todo el impacto que sufren nuestros pies y articulaciones.
- Es entretenido, pues rompe con la monotonía latente en cualquier entreno por asfalto.
Por otro, en el caso de la arena de playa (la batida, no por la orilla) encontramos también ventajas:
- Nos permite correr descalzos y trabajar el barefoot, tan de moda actualmente..
- Al estar cerca del mar obtenemos los beneficios de tomar el yodo marino.
- Es entretenido, al igual que la montaña.
Además de lo anterior, en ambos casos trabajamos el fartleck, tan efectivo para mejorar en carrera y del que pronto hablaremos en una entrada del blog. Estamos de acuerdo en que si vamos a competir tendremos que entrenar en asfalto y desarrollar series en pista, pero que nunca sobrepase el 25% de nuestros entrenos. Esto revertirá de forma positiva en nuestras articulaciones y, en general, en nuestro gusto por este apasionante mundo del running.
