El objetivo del neopreno en los más peques de la natación no es otro que evitar la pérdida de temperatura corporal. De esta forma, el pequeño no pasará frío y se sentirá a gusto y cómodo durante las sesiones de natación recreativa.
Ya dijimos en otra entrada en el blog que la edad a la que se puede comenzar la estimulación acuática de nuestro bebé es a partir del tercer mes, o cuando el pediatra nos de el visto bueno. Durante este período y aproximadamente hasta los dos años, dicha estimulación se realizará en la piscina pequeña, llamada también de chapoteo o aprendizaje. En dicha piscina la temperatura del agua es bastante alta, entre los 32ºC y los 34ºC. Por tanto, en este caso, no sería necesaria la utilización de neopreno para el bebé.
A partir de los dos años, la enseñanza se centrará sobre todo en la piscina grande, por lo que la temperatura variará desde lo 28ºC a los 29ºC. Aquí la pérdida de temperatura por parte del niño es importante, y por lo tanto es conveniente el uso del neopreno.
Sobre los cuatro años de edad, el niño es más resistente a las temperaturas de una piscina grande, además de que su movilidad en el agua es mucho más alta. Así pues es recomendable que el niño no use neopreno, ya que además aumenta la flotabilidad y es un aspecto negativo para la enseñanza de la natación.
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